Testimonios

¡Un millón de gracias!

¡Un millón de gracias!

Cuántas veces no hemos querido escaparnos (por un segundo al menos) de nuestra realidad??… de las preocupaciones??… del estrés??… del sufrimiento??… de nuestros propios pensamientos??… huirrrr e irnos tan lejos donde nada de esto o aquello nos alcance, donde nada ni nadie nos encuentre… solo por sentir un poquito de paz… Han sentido alguna vez que quieren quedarse en blanco y cuando lo consiguen desean capturar ese momento para que perdure por siempre??… no volver nunca a la realidad o al menos quedarse así por un tiempo, lo suficiente para volver al día a día y sentir que nada puede contra tí y eres lo suficientemente fuerte para sobrellevar tus días en el trabajo, en la casa y en todos los lugares en los que estés, rodeado de todo aquello que nos apaga poco a poco hasta consumirnos cada vez mas y mas…
He vivido 31 años de mi vida, intentando escaparme de todo y de todos, siempre viví intentando encontrar paz, escapandome o escabulléndome un rato entre mis sueños, en mi propio mundo, aislandome muchas veces para sentir que tengo un poquito de calma, huyendo de mi realidad, de la preocupación, del estrés, de lo que dicen los demás, de mis propios juicios del mundo y hasta de mi misma.  Pero un día…  gracias a Dios encontré el camino!!! un camino que quizás nunca hubiese podido encontrar por mi misma y por lo cual me siento muy agradecida con todas las personas que me ayudaron, guiaron y aquellas que estuvieron ahí empujándome para seguir… gracias!!! porque ahora puedo entender muchas cosas, cosas que son tan obvias pero que no las vemos porque caminamos cegados, viendo hasta donde nuestro ego nos deja ver, dominados por una parte de nosotros que es tan fuerte que nos manipula tanto, que hasta te llegas a horrorizar de lo que eres cuando sigues el método de la meditación…
Se que muchas veces una parte de nosotros en el fondo grita desesperado, caminamos en esta vida buscando y buscando algo más… eso que no lo llena nada; ni los lujos, ni las comodidades, no hay absolutamente nada que pueda saciar nuestra sed de eso que hemos venido a buscar… muchas veces creemos conseguirlo pero no se acerca en nada a la sensación que te llevas cuando meditas y sigues el método, cuando vas por el camino correcto, una parte de tí lo sabe… y esa parte de mi, con agradecimiento y mucho cariño los invita a caminar juntos… este será el mejor regalo que pueden hacerse ustedes mismos, no esperen a que las nubes se pongan aún más grises en su mundo, hay un camino y solo está en cada uno de vosotros decidirse… créanme que la experiencia que te deja, es tan plena que vale la pena al menos intentarlo!!! Un abrazo grande a todos, seres bellos de este hermoso universo!!!

Cindy Torres / Surco, Perú
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Despertar a una vida feliz

Mi nombre es Patricia, quisiera compartir mi experiencia de vida antes y después de haberme encontrado esta meditación.

ANTES

Desde pequeña siempre me sentí muy insegura frente a las personas, sin embargo como me iba muy bien en el colegio me acostumbré rápidamente a tener cierta reputación y a obtener el cariño y admiración de la gente a través de mis logros.

Siempre sentí que era mi deber mejorar la situación económica en la que yo sentía que se encontraba mi familia. Con el correr de los años logré una buena carrera, un buen trabajo, y con ello vino la seguridad económica. Sin embargo esto no era suficiente, seguía sintiendo un vacío en mi corazón, algo que no me dejaba ser feliz completamente, y bueno «quién es feliz cien por ciento?!» me decía a mí misma.

Fue ahí donde comenzó mi búsqueda para llenar el vacío interno, probando un poco de cada cosa que se me iba presentando, como la práctica de yoga, reiki, deporte, flores de Bach, psicólogo, libros de autoayuda, volver a la iglesia, tratar de entender la biblia, etc. Saltaba de una cosa a otra, encontrando alivios temporales. Mis amigas me decían que cuando tuviera un hijo sería completamente feliz, pero yo no compartía la idea de poner el peso de mi felicidad en otro ser, que ni siquiera había nacido.

Durante los últimos años, me enfoqué casi por completo en mi carrera pensando en que la realización profesional podría suplir este vacío. Lo que logré fue estresarme a tal punto de que mi cuerpo enfermó. Además, sin importar con quién estuviera, me sentía profundamente sola, lo que me tenía en un estado de ánimo muy bajo. Una noche al llegar a casa después del trabajo, me encontré con un folleto de esta meditación en la recepción del edificio donde vivo, y lo tomé decidida a probar con la meditación, aunque no tenía la menor idea de qué se trataba. Cuando llegué al centro local me sorprendí con tanto cariño que me brindaban sin conocerme, no tenía que ganármelo, sólo me lo daban. Cuando me explicaron el método de meditación, lo encontré muy lógico y fácil, así es que comencé, compartiendo mi tiempo entre el trabajo y el centro. A los pocos meses mi pareja también comenzó a meditar, tal vez intrigado por saber qué había de especial en esto que me hacía volver muy tarde a casa cada noche.

DESPUÉS

Conforme iba avanzando en la meditación me iba dando cuenta de lo equivocada que había vivido, que todo lo que había sucedido en el pasado y las preocupaciones del futuro nunca habían tenido sentido. Así que decidí en poner todo mi empeño y dedicarme por entero a la meditación, por lo que dejé mi familia y mi trabajo y, alentada por los asistentes del Centro, viajé a Corea. Ahora puedo ver que el orgullo con el que crecí y la constante búsqueda de aceptación, de reconocimiento y de amor sólo daban cuenta de lo autocentrada que había vivido, hasta el momento el mundo giraba alrededor mío, y que un gran sentimiento de inferioridad era la raíz de todo esto. Aunque siempre me consideré generosa con las cosas materiales, logré ver que con los años había acumulado un gran apego al dinero, por el temor que sentía frente a la posibilidad de no contar con éste en un futuro.

A medida que iba limpiando mi mente, comprendí también por qué sucedió cada acontecimiento de mi vida, encontrándole sentido a todas las cosas. Cuando llegué al cuarto nivel de meditación algo mágico ocurrió, y por primera vez tuve la certeza de que nunca había estado sola, que Dios se encontraba en mi corazón. Experimenté una tranquilidad tan grande como nunca antes, de ahí en adelante mi estado de ánimo mejoró considerablemente, sintiéndome en una especie de “estado de felicidad” permanente, y nunca más volví a llorar por sentirme triste o sola, lo que antes era muy común en mí. Ahora dedico cada día a restar, de acuerdo al método que nos entregaron, uno por uno cada pensamiento inútil que he guardado en mi mente todos estos años, y puedo sentir que cada vez la mochila que cargo en mi espalda se va haciendo más liviana. Pensar actualmente en mi vida de hace un par de meses atrás es como recordar una vieja película que vi muchas veces, por lo que cada vez se hace más borrosa y ya no tiene sentido volver a verla una vez más.

Tengo mucho que agradecer a los asistentes del centro de Meditación Chile, porque siempre me alentaron a seguir, con su amor, su alegría, su positivismo, muchas gracias a la vida que me guió hasta aquí, gracias al método de meditación que ha cambiado y sigue cada día cambiando mi forma de ver las cosas. Ojalá que todas las personas pudieran experimentar lo que yo he vivido, ya que la felicidad en esta vida es posible.

Patricia Toro / Santiago, Chile
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Genuina liberación

Siempre tuve dudas del comportamiento humano; por que el hombre sufre mucho, por que siempre quiere ser el mejor en todo, por que tan egoísta, por que queremos llenar nuestros vicios con trabajos, títulos, música, etc. y cuando lo logramos el vacío es mayor, por que nos dividimos los hermanos, los paises?
De pronto conocí el centro de Meditación Lima y observé un comportamiento humano diferente, quizás uno el que siempre consideramos ideal. Me explicaron el método que me liberaría de tales dudas e inquietudes, de mi propio mundo mental. Y empecé a estudiar, a seguir el método que con tanta entrega, alegría, amor y paz me transmitieron los guías y fui comprendiendo que toda mi vida era falsa, que había perdido conexión con el universo, con la Verdad. Poco a poco me fui identificando ya no con mi mente egocéntricamente, sino con la mente del universo.
Ahora empiezo a sentir paz interior, alegría, agradecimiento, amor por los maestros y los guías que nos trajeron el método para una genuina liberación y conexión con Dios, con el universo.

Etelvina Benitez
Lic. Adm. Empresas

Etelvina / Lima, Perú
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Paz y liberación!

 

Cómo llgué al mejor hogar? Aparentemente todo estaba bien, supuestamente era una persona feliz, fuerte, optimista, amigable, con un trabajo promedio y con mucho estrés (comercial en un banco).
A pesar de que llevaba una vida normal siempre buscaba mi lugar en el mundo, y éste no estaba junto a la familia sensacional que me dio la vida, tampoco al lado de mi ex esposo y menos en los tres países donde viví. Buscaba una liberación interna y no creía en la existencia de un ser superior.
Una buena tarde con muchas preguntas en mi cabeza me encontré con Senma, asistente del Centro de Meditación Lima, me invito a meditar y apenas llegué sentí armonía, paz y alegría en el ambiente y en las personas que se encontraban en el Centro.
Estoy inmensamente agradecida a la meditación y al Universo, no solo encontré mi lugar en el mundo, encontré a un ser superior y también aprendí a disfrutar el día a día sin estrés, ahora todo simplemente fluye.
Gracias totales!!!! Los invito a que se permitan liberarse y a ser felices eternamente.
Con mucho cariño.
Ludi Alcaráz

Ludi Alcaraz / San Isidro, Perú
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Alivio emocional y físico

Antes de empezar a meditar muchas veces sentía tristeza sin saber el motivo, solía sentir ansiedad aún en las situaciones más simples y tenía una arritmia cardíaca que de verdad me molestaba.
Un día recibí un volante de Meditación Lima cuya portada decía «Muy, Muy Feliz», entonces saqué una cita para recibir información y al poco tiempo empecé con este método de meditación. Desde las primeras sesiones empecé a sentir alivio, era como si cargara menos peso. Luego de pasar el primer nivel decidí dejar las pastillas para la ansiedad, aunque los primeros días fueron difíciles, luego fue un gran alivio. Ahora me siento mucho mejor que cuando las tomaba. Después de pasar el tercer nivel y al olvidarme de recoger las pastillas para la arritmia cardíaca, pensé que era buen momento para intentar dejarlas, de nuevo fue una buena decisión. Estoy mejor que cuando las tomaba.
En resumen, el alivio emocional y físico que he tenido gracias a la meditación de la resta ha sido muy grande, se me ha cambiado gran parte de la tristeza por alegría y he mejorado como persona y con mi trato a los demás, y soy más consciente de mí mismo.

He tenido mucha suerte de toparme con Meditación Lima. Muchas graciaaaaass!!!

David Olivares / Lima, Perú
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Una nueva vida!

Mi nombre es Deyanira, compartiré un poco sobre cómo era antes y después de empezar a meditar.
Era una persona sensible, aburrida, débil, con baja autoestima, insegura,aparte de todo siempre estaba enferma, todo lo que comía me caía mal, empezaba a bajar de peso y pocas veces cuando me sentía bien recuperaba peso.
A pesar de todo estuve estudiando en una universidad, y siempre habían preguntas en mi cabeza ¿Porqué me tiene que pasar esas cosas a mí? ¿Para qué vine a este mundo? Sentía que mi vida no tenía sentido, no sabía a dónde ir, sentía que era un problema para mis padres, sentía que no podía avanzar, ¿para qué estudiaba, solo era un gasto para ellos. Pensaba mucho en ¿qué iba a pasar luego?, pensaba en futuro y más me hundía. En la universidad pasaron muchos problemas, me reprimía tanto, y me hundía más y más.
No tenía muchas fuerzas para levantarme, prefería estar encerrada en mi cuarto y no salir, no quería ver a nadie, no quería asistir a clases, me deprimía rápidamente. Tanto era mi carga que terminé dejando la universidad.
Pasó un año más sin saber qué hacer con mi vida, y entre a otra universidad, pensé que iba a ser diferente pero no, cada vez que sentía presión quería dejar todo, y quedarme ahí, tenía miedo de hablar, no podía socializar, tenía miedo de hablar con los profesores, sentía un nudo en la garganta que no me dejaba hablar, no podía tomar decisiones, tanto era el miedo que mi corazón empezaba a acelerarse y empezaba a llorar. En una de esas crisis, terminé en el psicólogo de la universidad, y me mandaron a un especialista, un “psiquiatra”. Tenía depresión y ansiedad, no podía dormir , empecé a tomar pastillas antidepresivas, pastillas para dormir y fueron aumentando las dosis .

Cuando empecé a meditar, desde las primeras semanas ya había cambios, logré desechar fotos que le ponía mucho valor y notoriamente la carga empezó a disminuir, me empecé a sentir más ligera.
En el segundo nivel, dejé de ir al psicólogo, cada problema que venía solo seguía el método de meditación y tranquilamente podía avanzar, ya no me hundía con cada problema que pasaba.
En tercer nivel, perdí miedos, puedo socializar, sonrío mucho y tomo las cosas con calma, no tengo presión.
Ahora estoy en cuarto nivel y agradezco mucho al Maestro, al método y a los asistentes, por permitirme conocer la verdad, gracias.

Deyanira Ospinal / La Molina, Perú
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